Arquitecta mexicana, fundadora de Rozana Montiel-Estudio de Arquitectura, trabaja en diseño arquitectónico, arte y urbanismo.
Montiel tiene la Licenciatura en Arquitectura y Planeación Urbana por la Universidad Iberoamericana, México (1998). Complementó su formación con la Maestría en Teoría y Crítica Arquitectónica por la Universitat Politécnica de Catalunya, España (2000), la cual fue sido una experiencia muy enriquecedora en su desarrollo profesional.
Ha ganado varios premios tanto a nivel nacional como internacional. Su más reciente reconocimiento es el premio Emerging Voices 2016 por The Architectural League de Nueva York. En 2015 le entregaron la medalla de plata en la 2da Bienal de CDMX en la categoría de rehabilitación de espacio público, en 2014 fue premiada en los AR Awards for Emerging Architecture (Londres) por el proyecto “Vacío Circular”. En 2013 obtuvo la Mención Honorífica del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México (CAM-SAM) por su trayectoria profesional. Otros reconocimientos incluyen la Beca de Creadores Artísticos del FONCA (2010 y 2013), la beca para la Construcción Sustentable de la Fundación Holcim (2007), y la Beca Nacional de Jóvenes Creadores (2001), entre otros.
Su trabajo interdisciplinario ha sido publicado en prestigiosas revistas de arquitectura, así como exhibido y presentado en México, España, Francia, Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Suiza, Chile y China. Ha participado en tres ediciones de la Bienal de Arquitectura en Venecia, siendo el presente año su cuarta participación en dicha bienal titulada Reporting from the Front. También ha participado en dos ediciones de la bienal de Rotterdam y en las bienales de Sao Paulo y Lima. Forma parte del consejo de redacción de la revista Arquine. Ha sido profesora de arquitectura en varias universidades, principalmente en la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México.
Su campo de investigación involucra la experimentación arquitectónica basada en la re-conceptualización artística del espacio y dominio público. Dentro de su proyectos más reconocidos encontramos: Vacío circular, Módulos carreteros, Casa Patinadores, METRO-polis, Cancha y Común-Unidad, por mencionar algunos.
Los temas de espacialidad y el arte han estado presente en la vida de la arquitecta desde muy joven, motivo por el cuál, decidió estudiar una carrera relacionada con las artes, siendo arquitectura la que complementaba sus intereses.
Para la arquitecta, los procesos de investigación y experimentales son de suma importancia, ya que, considera, no puede separar el diseño y experimentación de la teoría e investigación, entrelazando ideas y conceptos que surgen de dichos procesos, cambiando su percepción de las cosas, provocando una nueva óptica, la de una mirada activa y no pasiva.
El campo de acción de su trabajo es muy diverso y muchas veces el resultado no es un espacio construido como tal, ya que, para ella, el espacio depende de un constructo que empieza desde el momento en que se traza una línea con intención de dibujar un croquis; reflexionando sobre la percepción óptico-háptica del espacio, resignificando las herramientas del arquitecto desde diversas disciplinas que van desde arte, espacio público, música, cine y literatura. Sus propuestas buscan generar múltiples narrativas espaciales que propongan discursos congruentes y específicos para cada proyecto, replanteando los textos y subtextos del espacio.
Dentro de su aporte urbanístico, para Montiel, la ciudad es un espacio en el que interactúan sitios, sujetos y objetos, un contenedor de estructuras. Para mejorarla, se tiene que entender la palabra civismo y así nuestra calidad de vida y la forma como interactuamos con el espacio se verían beneficiadas.
Montiel está casada con el arquitecto Mauricio Gómez de Tuddo, con quien tiene una hija. Concibe a la maternidad como una oportunidad en su carrera profesional, ya que le ha permitido enriquecer su percepción de los lugares que proyecta, y al mismo tiempo representando un reto al tratar de equilibrar ambos mundos, convirtiéndolos a uno en parte del otro, aprendiendo día con día como optimizar el tiempo de ser madre y arquitecta.
En relación con el tema de género, reconoce que siempre habrá una diferencia inherente, sin embargo, no debería ser visto como algo negativo, sino todo lo contrario, considera que hay que usar las ventajas de ser mujer y saberlas aprovechar, ya que actualmente, existe más equidad y oportunidades para ellas en la arquitectura.
UN DIA | UNA ARQUITECTA 2 